Publicado jueves 29 de febrero de 2024 en BEEP por Club Beep
¿Qué vas a ver aquí?
Los archivos digitales son cada vez más grandes, así que las velocidades de transferencia a través de internet y entre dispositivos de almacenamiento son cada vez más relevantes.
En este post, hacemos un repaso a las tasas de transferencia de protocolos como USB, Ethernet y Wi-Fi.
¿Qué velocidades ofrecen los protocolos más importantes para la transferencia de datos y la conectividad entre equipos y discos duros?
En el pasado, la obsesión era reducir al máximo el tamaño de los archivos, porque los discos duros eran mucho más pequeños que ahora, y las velocidades de transferencia eran muy lentas. Esta preocupación se diluyó a medida que la evolución tecnológica mejoró tanto los dispositivos de almacenamiento como la calidad de los archivos que se guardan en estas unidades.
Las unidades NAS son más accesibles y los discos duros de 1 petabyte (1.000 terabytes) están cada vez más cerca. Al mismo tiempo, los archivos son de más calidad y más grandes. En este contexto tecnológico, los tiempos de transferencia son más importantes que nunca.
¿Qué velocidades de transferencia de datos ofrecen los protocolos más destacados? ¿Cómo evitar estar horas transfiriendo archivos de un equipo o dispositivo a otro? A continuación exponemos los estándares más rápidos de cada protocolo.
El USB es una de las tecnologías de conectividad más comunes. Hay conectores USB para todos los gustos, y entre estas opciones sobresalen los USB tipo A, con una característica forma rectangular. En todo caso, el conector USB con más futuro es el tipo C, pequeño, con la máxima velocidad de transferencia y común en los equipos tecnológicos fabricados de un tiempo a esta parte.
Es importante tener en cuenta que las velocidades de transferencia indicadas son los máximos valores teóricos. Y es que las velocidades reales pueden variar por la eficiencia del protocolo, la calidad de los cables, así como por otros factores de rendimiento del sistema.
Ethernet es un protocolo de red que coexiste a la perfección con el Wi-Fi.
En centros de datos y en empresas, la conectividad Ethernet sigue siendo ampliamente utilizada, porque es imprescindible en entornos en los que se necesita una conexión más estable y de mayor rendimiento. En el ámbito doméstico, Ethernet continúa siendo relevante, porque aporta una fiabilidad que la conectividad Wi-Fi, sin cables, no siempre consigue.
Si juegas al ordenador, los cables Ethernet son imprescindibles, porque reducen la latencia y mejoran la estabilidad de la conexión.
Hoy en día, las configuraciones de redes domésticas y profesionales suelen combinar tanto conexiones Ethernet como Wi-Fi, y la elección entre ellas dependerá de las necesidades específicas de velocidad, estabilidad y conveniencia del usuario.
La conectividad Wi-Fi ha ganado nuevos usuarios gracias a la mayor velocidad y a mejoras en rendimiento en zonas congestionadas, ya sea un estadio de fútbol o un hogar con un gran número de dispositivos conectados a la red Wi-Fi.
Todas estas velocidades son teóricas, ya que en el mundo real hay muchos factores que interfieren en la tasa de transferencia de datos. Pero una cosa está clara: si tienes que bajar o transferir archivos muy pesados, de varios gigas, siempre es mejor recurrir a conexiones de cable.
El Bluetooth es una conectividad nacida en los 90 que sigue mostrando una buena salud. Este protocolo se creó para transferir datos entre dispositivos en distancias cortas, y ha ganado nuevos usos con el tiempo. Se trata de una tecnología muy práctica y conveniente, pero que nunca fue diseñada para la transferencia de archivos grandes.
FireWire y Thunderbolt se han asociado históricamente con dispositivos Apple, pero también están disponibles en algunos dispositivos Windows. Son protocolos rápidos, que compiten con la tecnología USB para la transferencia de datos.
Intel ha anunciado el estándar Thunderbolt 5, que ofrece 80 Gbps de ancho de banda bidireccional. Gracias al Bandwidth Boost, se podría llegar a los 120 Gbps.