Publicado miércoles 28 de mayo de 2025 en BEEP por Club Beep
¿Qué vas a ver aquí?
Estás a punto de enviar un archivo, hacer una videollamada o mirar una serie… y de repente, tu dispositivo se niega a conectarse al Wi-Fi. Que no cunda el pánico. Aquí tienes una guía clara y directa para volver a tener conexión Wi-Fi cuanto antes.
Parece obvio, pero es lo primero que hay que comprobar. Un solo error al escribirla basta para bloquear el acceso.
¿Solución? Escríbela con calma, sin prisas. Asegúrate de que el bloqueo de mayúsculas no está activado. Y si puedes, cópiala desde otro sitio para evitar errores.
Es muy común en redes públicas como las de hoteles, cafeterías o aeropuertos. Aunque tu móvil o portátil diga que está “conectado” al Wi-Fi, en realidad todavía no tienes acceso a internet.
¿Por qué? Porque muchas de estas redes te piden un paso extra: abrir el navegador y, desde ahí, aceptar condiciones, introducir un código o rellenar un formulario.
Hasta que no lo hagas, estarás “conectado sin internet”.
¿Solución? Abre cualquier página web desde el navegador (como google.com). Si hay una página de acceso pendiente, te redirigirá automáticamente para que completes el proceso.
A veces, apagar y volver a encender es suficiente. El reinicio soluciona errores temporales y limpia procesos que pueden estar interfiriendo con la conexión.
Tu móvil o portátil guarda datos de las redes a las que te has conectado antes. Si el router ha cambiado (nombre, contraseña, configuración), puede que esa información antigua esté bloqueando la conexión.
¿Solución?
Si estás en casa o puedes acceder al router, apágalo, espera 10 segundos y vuelve a encenderlo. Muchos errores de conexión se resuelven con este simple gesto.
Antes de hacerlo, avisa a quienes estén conectados. Evitarás interrumpir videollamadas, descargas o tareas importantes.
¿Solución? Apaga el router, espera unos segundos y vuelve a encenderlo. Luego intenta conectarte de nuevo.
Algunos móviles o portátiles antiguos no se llevan bien con las redes Wi-Fi más modernas. Por ejemplo, puede que solo funcionen con la banda de 2,4 GHz y no reconozcan la de 5 GHz.
¿Solución? Si puedes entrar en la configuración del router, activa ambas bandas (2,4 y 5 GHz). Así te aseguras de que el dispositivo pueda conectarse, sea cual sea su compatibilidad.
Muchos routers actuales emiten dos redes diferentes: una de 2,4 GHz y otra de 5 GHz (algunos también 6 GHz). No es un tema técnico: simplemente, cada banda tiene sus ventajas.
¿Solución? Si tienes problemas de señal, cambia a la red de 2,4 GHz. Y si estás cerca del router, prueba con la de 5 GHz para una conexión más rápida.
Paredes gruesas, microondas, aparatos inalámbricos o routers cercanos… todo esto puede debilitar tu conexión Wi-Fi, sobre todo si estás lejos del router.
¿Solución?
Intenta conectarte con otro móvil, tablet u ordenador. Si ese funciona bien, el problema no está en la red, sino en tu dispositivo original.
¿Solución?
En algunos portátiles, sobre todo con Windows o Linux, el problema puede estar en el controlador del Wi-Fi: es el programa que permite que el adaptador funcione correctamente.
¿Solución?
A veces el problema no está en el Wi-Fi, sino en la conexión a internet. Aunque el router esté encendido, puede que algún cable esté suelto o mal conectado.
¿Solución? Comprueba que el router está bien enchufado a la corriente y que los cables están conectados en su sitio. Si tienes un segundo aparato (como el que instala la compañía de fibra), asegúrate también de que está encendido y funcionando.
Si tu router lleva años contigo, se calienta mucho o suele fallar, es probable que el problema no sea puntual, sino el propio equipo.
¿Solución? Habla con tu proveedor de internet para comprobar si puedes sustituirlo o actualízalo tú mismo por un modelo más moderno y potente. Tu conexión (y tu paciencia) lo agradecerán.
Volver a tener conexión no tiene por qué ser una odisea. Con estos pasos, puedes resolver la mayoría de los problemas sin necesidad de ser técnico. Y si nada funciona, al menos tendrás claro en qué punto está el fallo para pedir ayuda con más precisión.