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Consejos para proteger tu smartphone del calor

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El verano está a la vuelta de la esquina. Son meses en que se tiende a dar un gran uso al móvil, ya sea para quedar con gente, para publicar fotos en Instagram o para jugar.

El móvil, inseparable en verano

En el período estival, pasas más tiempo con familia y amigos. Así que haces muchos planes de ocio. Y, para ello, para quedar con otras personas, para que todo salga bien, vas a echar mano de tu smartphone. En los días de vacaciones y en los momentos de ocio del verano, los grupos de WhatsApps sacan humo.

En los meses de más calor también realizas más actividades al aire libre. Por otra parte, es probable que hagas algún viaje. En todos esos momentos, quieres tener el móvil a mano para hacer una foto de ese instante mágico o para grabar todo aquello que te llama la atención.

Ahora bien, en verano la temperatura puede subir a niveles de vértigo, por lo que el teléfono móvil del que tanto dependes está en riesgo.

Calor ‘letal’

Las temperaturas extremas pueden causar un grave perjuicio en los componentes internos de un smartphone. Cuando un teléfono se calienta en exceso, los datos del dispositivo se pueden perder o corromper (dañar). Además, la exposición repetida al calor puede hacer que tu smartphone pase a ir más lento de forma permanente. Asimismo, las temperaturas muy altas pueden provocar derrames en la batería, que pueden ser peligrosos.

Te ofrecemos algunos consejos para que durante la estación estival puedas disfrutar de tu móvil sin que éste se caliente demasiado.

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Saca el móvil de tu bolsillo

¡Que le dé el aire a tu smartphone! En un día de mucho calor, no deberías llevar tu móvil en tu bolsillo si deseas que se refrigere un poco. El calor corporal que desprendes no ayuda precisamente a que tu teléfono móvil esté más fresquito. Por otro lado, también es una buena idea estar a la sombra el máximo tiempo posible, para no exponer el dispositivo al sol en exceso.

Dale un descanso a tu smartphone, o ponlo en modo avión

No solo la temperatura ambiente puede sobrecalentar tu smartphone. Si dedicas mucho tiempo a Apps de juegos o estás mucho rato hablando por el móvil, notarás que el dispositivo está más caliente de lo normal. Si a ello le sumamos el calor de un insoportable día de verano, el sobrecalentamiento está garantizado. Y, a partir de ahí, empiezan los problemas.

Para evitar que el dispositivo se sobrecaliente, lo puedes poner en modo avión. Además, tienes que dejar de utilizar todas aquellas Apps que sean muy exigentes con el procesador del móvil. Por ejemplo, los juegos. El uso intensivo del procesador tiende a sobrecalentar el teléfono móvil.

Asimismo, también tienes la opción de dar un respiro al móvil. Es decir, deja de usarlo durante un tiempo o, simplemente, apágalo por un rato.

No dejes el móvil en el coche

En un día de mucho calor, ni se te ocurra olvidarte el smartphone dentro del coche, si lo has aparcado al aire libre. Con temperaturas altas, un vehículo funciona como un invernadero.

Por supuesto, lo que vale para móviles, vale también para personas y para animales domésticos.

Apple desaconseja utilizar sus dispositivos cuando las temperaturas estén por debajo de cero grados centígrados y por encima de 35 grados centígrados. Según el fabricante, utilizar sus dispositivos en «condiciones de mucho calor» puede acortar la vida de la batería de forma permanente.

Es importante echar mano del sentido común. Así, a veces no se trata de dejarse o no el móvil en el coche. Si en un día exageradamente caluroso conduces un vehículo que no está suficientemente refrigerado, es una muy mala idea utilizar el móvil de forma intensiva. No utilices el móvil como GPS, un tipo de aplicación que exige mucho esfuerzo al procesador. Y quienes van como acompañantes, deberían evitar entretenerse con juegos intensivos en gráficos, o con Apps de realidad aumentada.

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Cuidado con la playa

El coche no es un buen sitio para dejar el móvil. La toalla de playa, tampoco. No puedes dejar el smartphone encima de una toalla en la playa, totalmente expuesto a la luz del sol.

Además del calor, en la playa los dispositivos móviles también peligran por el agua y la arena. El agua, especialmente salada, es muy perjudicial. Y la arena y el polvo se pueden meter por todos los rincones del móvil, y provocar problemas graves en las entrañas del dispositivo. Además, la arena puede dañar la pantalla.

La crema solar que nos aplicamos también puede deteriorar la pantalla táctil. Así que, antes de pasar los dedos por la pantalla, asegúrate de que no quedan restos de fotoprotector

La mejor protección es llevar el móvil en una funda, y dejarlo guardado en un bolsillo de una mochila que habrás puesto a la sombra de la sombrilla de playa.

Carga el móvil sin que le dé la luz del sol

El mero proceso de carga del smartphone, aumenta la temperatura del dispositivo. Por ello, no debes cargar el móvil cuando esté expuesto a la luz del sol. Y es que el calor del sol se sumará a la temperatura elevada que se genera con la transferencia de electricidad a la batería.

Deja que tu smartphone ‘respire’

Por la misma razón expuesta en el punto anterior, no debes cargar el móvil cuando el dispositivo esté expuesto o cerca de una fuente externa de calor. Así, por ejemplo, no tengas el smartphone debajo de una manta o un cojín en plena carga. El móvil debe poder respirar. El calor se debe poder disipar de forma eficiente.

De este modo, debes cargar tu móvil en la sombra, preferiblemente en una superficie dura y fresca.

También se aconseja no cargar muchos dispositivos juntos, porque entre ellos se pueden transmitir calor. Otra recomendación es cargar de noche y recurrir a un cable largo, para mantener a cierta distancia el cargador (fuente de calor) del móvil.

No hagas experimentos: ¡No metas el móvil en la nevera!

Si aprecias que tu móvil está a punto de arder, o si la pantalla del mismo equipo te advierte de sobrecalentamiento, no vayas corriendo a la nevera a ver si así enfrías el dispositivo.

Los cambios bruscos de temperatura son malos para el teléfono, por culpa del fenómeno de condensación. Y, sin duda, meter un móvil sobrecalentado en un frigorífico o en un congelador, representa una caída en picado de los grados centígrados.

La mejor idea es apagar el móvil y dejarlo un rato en una zona con una temperatura agradable. El objetivo es que recupere una temperatura normal de forma progresiva.

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