¿Qué vas a ver aquí?
Andreu Rodríguez es el presidente de Ticnova, grupo en el que se integra la cadena BEEP. Rodríguez es un emprendedor de referencia en el sector de la tecnología y el comercio detallista, ya que ha sido el artífice de una nueva categoría comercial: la tienda de informática y de tecnología de proximidad. Recordemos que, con más de 30 años de historia, la marca BEEP es líder de mercado en su formato.
La faceta quizás menos conocida de Andreu Rodríguez es la de mecenas y empresario comprometido con la responsabilidad social corporativa (RSC). Aficionado al arte desde hace mucho tiempo, por la influencia principal de su esposa, la artista Marie-France Veyrat, hace 15 años apostó por crear un galardón, el Premio ARCO BEEP de Arte Electrónico. Este premio se ha convertido en todo un clásico en la Feria Internacional de Arte Contemporáneo, ARCO, que se celebra cada año en IFEMA, en Madrid.
Colección BEEP de Arte Electrónico
La colección BEEP de Arte Electrónico, que ya incluye 42 obras, es hoy un fondo de referencia internacional en el espacio creativo del arte electrónico. A través de la colección, y a través de la fundación New Art Foundation, Andreu Rodríguez está tejiendo nuevas complicidades en el mundo del arte, con el fin de que el arte tecnológico se gane la condición de categoría artística.
‘Aproximaciones creativas a la Colección BEEP de Arte Electrónico’
El impulsor de la colección reflexiona sobre arte, creatividad y mecenazgo, en vísperas de la inauguración de la exposición Aproximaciones creativas a la Colección BEEP de Arte Electrónico. La exhibición se podrá visitar en el Museu Salvador Vilaseca (Raval de Santa Anna, 59) de Reus, desde el próximo jueves, 23 de noviembre, hasta el 29 de marzo de 2018.
“La exposición en Reus es una ocasión única”, explica, “porque nunca habíamos presentado todas las obras en un mismo espacio, aunque no se puedan ver absolutamente todas las obras en una sola visita, ya que habrá rotaciones. Tengamos presente que a veces tenemos obras nuestras repartidas por varios museos de todo el mundo”.
Vocación por el arte
¿Cómo nace su vocación por el arte?
Después de casarnos, nos aficionamos a comprar arte, en el ámbito local y en toda Cataluña. Lo hacíamos con mucha modestia e ilusión, y con ganas de adquirir conocimientos. Mi mujer ya se dedicaba al mundo del arte, como artista profesional. Se puede decir que comenzamos una colección privada de arte contemporáneo catalán, y que lo hicimos casi sin ser conscientes.
Compras por ‘amor al arte’
Las piezas que iban añadiendo a su colección, ¿las colgaban en las paredes y las emplazaban en puntos a la vista en su hogar, o las almacenaban?
Los cuadros, los colgábamos. Los disfrutábamos. Adquiríamos arte porque nos gustaba, sin más pretensiones. Hasta que llegó un momento en que mi mujer y yo decidimos crear un premio.
Premio BEEP de Arte Electrónico
¿Qué criterios animaron la creación de este premio?
Éramos conscientes de que había muchos premios de arte consolidados, así que decidimos impulsar un evento diferencial. BEEP es una empresa del ámbito de la tecnología, de modo que tenía sentido crear un premio de arte inspirado en la tecnología.
Existía el Net-Art, una etiqueta relativamente efímera que aludía a las creaciones artísticas que tomaban como referencia el boom de internet de finales de los 90 y primeros años 2000. Asimismo, también estaba afianzado el Video-Art, que utilizaba la imagen en movimiento como lenguaje artístico. Pero el arte tecnológico estaba aún por definir como categoría. Había artistas que se apoyaban y que se inspiraban en la tecnología, pero faltaba crear un marco que diese significado a todas esas creaciones. Ahí vimos una oportunidad de hacer una aportación al mundo del arte.
Relación con ARCO
¿Cómo surgió la duradera y prolífica relación del premio con ARCO?
Hace 15 años realizamos una primera edición del premio de arte tecnológico en el Palau Robert, de Barcelona. Fue todo un acontecimiento, con un jurado de prestigio, organizado y presidido por Arnau Puig, y formado por comisarios del mundo del arte. Uno de ellos era Fernando Castro, que nos propuso llevar ese premio a ARCO. Esa colaboración fue enseguida un éxito. De hecho, ya hemos realizado 12 ediciones del Premio ARCO BEEP de Arte Electrónico. Gracias en parte a este premio, hemos creado la colección BEEP de Arte Electrónico.
Repercusión del Premio ARCO BEEP en el mundo del arte
¿Qué repercusión ha tenido el Premio ARCO BEEP de Arte Electrónico en el mundo del arte?
El premio se ha convertido en un clásico y ha contribuido a la divulgación del arte tecnológico en la sociedad. Hace cinco años, la colección BEEP de Arte Electrónico recibió el premio GAC a mejor colección, que entrega el Gremio de Galerias de Arte de Catalunya. Aquel reconocimiento nos motivó y nos hizo ver que lo que estábamos haciendo estaba teniendo trascendencia.
Animados por esa toma de conciencia, en 2014 creamos, junto al Col·legi d’Enginyers Informàtics de Catalunya, una fundación cuyo objetivo es asociar arte y tecnología. Se trata de New Art Foundation, una entidad en la que están presentes las familias Rodríguez y Barriach, y a la que se han sumado más colegios profesionales de estudios técnicos y universidades.
La persona clave que nos acompaña y nos guía es Vicente Matallana, poseedor a título personal de algunas de las piezas de la colección BEEP, y gerente del Premio ARCO BEEP y de la fundación. También cabe mencionar a Roberta Bosco, co-comisaria de la presente exposición de Reus.
New Art Foundation
¿Qué objetivos tiene la fundación New Art Foundation?
Se trata de una fundación hermanada con la colección BEEP de Arte Electrónico, pero que tiene un campo de acción mucho más amplio. La fundación persigue crear la categoría de arte tecnológico. Reivindicamos que se reconozca este género de arte, como en su momento se hizo con los movimientos del Dadaísmo o el Pop-Art, o las categorías del Video-Art y la fotografía, por poner unos ejemplos.
Acciones de la fundación para promover el arte tecnológico
¿Qué acciones concretas realiza la fundación?
Para empezar, hay que aclarar que la fundación New Art Foundation tiene un presupuesto modesto. Su gran valor es reunir instituciones que comparten el objetivo de impulsar el arte electrónico. Ahora bien, también es verdad que realiza acciones sobre el terreno. Por ejemplo, cuenta con un banco de materiales, hardware y equipos, que se dejan en préstamo a artistas o a exposiciones. Así, por ejemplo, en la Bienal de Venecia patrocinamos la parte tecnológica del pabellón de Cataluña.
La fundación ha creado los premios ATA, que se celebran cada dos años y que consisten en la entrega de una beca para el proyecto artístico ganador. Eurecat, el centro tecnológico más importante de Cataluña, hace una convocatoria de artistas. Los 10 artistas seleccionados realizan un seminario de una semana, en el que les explican tecnologías que les pueden ayudar en su proyecto creativo. En la última edición ganó Paul Friedlander, un artista inglés.
New Art Foundation irá adquiriendo más protagonismo y visibilidad. De hecho, la fundación es una de las instituciones impulsoras de la exposición de Reus.
Estatus del arte electrónico
Hace años que BEEP y Ticnova persiguen dar más estatus al arte electrónico a través del mecenazgo y del impulso a la colección BEEP. ¿Es difícil conceptualizar el arte tecnológico y darle el estatus que se merece?
El arte tecnológico es un nicho artístico y creativo todavía algo pequeño y disperso. De ahí la dificultad de consolidar la categoría. Ahora bien, precisamente por esos motivos, por lo singular de este nicho, la colección BEEP –modesta en relación a otras colecciones de arte contemporáneo general– ha conseguido destacar mundialmente. Con perseverancia, pasión, inversión económica y muchos esfuerzos humanos, se ha construido una colección de referencia.
Lo que consiguió el premio GAC fue animarnos a seguir invirtiendo dinero y esfuerzo para crear esta categoría, para que el espacio de creación que es el arte tecnológico sea reconocido como tal.
A la búsqueda de un ‘Andy Warhol’ del arte electrónico
El Pop-Art triunfó al saber expresar las contradicciones de un nuevo tipo de sociedad, de consumo y moldeada por los ‘mass media’. Ahora la tecnología (internet, redes sociales, gadgets) define en buena parte cómo somos y cómo nos aproximamos a la realidad, y el arte tecnológico nos debería ayudar a entender esa simbiosis y esa relación. ¿Qué condiciones faltan para que el arte tecnológico explote como en su momento lo hizo, por poner un ejemplo, el Pop-Art?
Echamos en falta más teóricos y comisarios que definan la categoría. Y, ya que mencionáis el género del Pop-Art, también sería de mucha ayuda contar con algún artista muy mediático, como lo fue Andy Warhol. Hay artistas de tanta talla y carisma, como por ejemplo Picasso, que por sí solos lograron crear nuevos movimientos.
A través de la fundación New Art Foundation, intentamos influir para que se reconozca el arte tecnológico. Y lo hacemos junto a fundaciones de características similares, en países como Holanda o Suiza. Se trata de un esfuerzo que exige más apoyos y el desarrollo de colecciones de arte tecnológico como la de BEEP.
¿Qué es arte electrónico?
¿Qué es arte tecnológico para los responsables de la colección?
Esta pregunta es clave en la teorización de nuestra colección. El arte tecnológico es todo lo que surge de la fusión de arte y tecnología, en su sentido más amplio. La tendencia pretendemos que sea principalmente conceptual, no basada en los medios técnicos que se utilizan, sino en el discurso teórico que la fusión arte-tecnología nos pueda proporcionar. La respuesta más ampliada se la darían los comisarios de la exposición o el gerente de la colección.
Es bueno aclarar que la colección BEEP de Arte Electrónico no incluye Video-Art, que es una categoría muy arraigada, con su propia personalidad.
Intentamos coleccionar obras de artistas que estén muy centrados en el arte tecnológico. Por ejemplo, el artista Eduardo Kac, que utilizó su cuerpo con Time Capsule. Con esta obra, que pertenece a la colección, fue pionero, al instalarse un microchip en su pierna.
Criterios para ampliar la colección BEEP
¿Qué criterios siguen a la hora de incorporar nuevas obras de arte a la colección?
Los criterios que utilizamos para incorporar nuevas obras se basan en la definición anterior. Ahora bien, a medida que la colección crece, cuantitativa y cualitativamente, nos vamos esforzando en adquirir obras más monumentales y museísticas para que la colección adquiera más dimensión. También es importante la forma en que vamos incorporando nuevas obras, ya que ahora estamos por la labor de facilitar la financiación de nuevos grandes proyectos, más que por la adquisición pura.
Financiación de obras de arte electrónico
Financiar una obra de arte desde que es un bosquejo debe ser más apasionante…
Ya hemos empezado a producir grandes obras de artistas consolidados, primeras firmas mundiales. Se trata de una nueva forma de entender el mecenazgo. Así, no solo vamos a adquirir obras, sino que también vamos a financiar su creación. Cuando se trata de obras de arte tecnológico, la realización es muchas veces muy cara. De este modo, a menudo se necesitan equipos muy costosos o la contratación de técnicos muy especializados, que nosotros ayudamos a financiar.
Los artistas abrazan las nuevas tecnologías
Existe el cliché del artista tecnófobo, que nunca renunciará a su pincel ni a su cincel. ¿Qué opina?
Hoy nadie puede renegar de la tecnología. Todos tenemos smartphones y utilizamos un equipo informático. Hay muchos artistas que trabajan con las herramientas clásicas de las Bellas Artes, pero también es cierto que se están creando grandes obras tecnológicas.
Aportación del arte tecnológico a los más jóvenes
¿Qué aportación diferencial puede hacer el arte tecnológico a las nuevas generaciones, que son nativas digitales?
Un problema que tiene el mundo del arte es que no conecta con las nuevas generaciones, una tendencia que incluso se aprecia en el mundo del coleccionismo. El arte tecnológico puede contribuir a establecer esta conexión.
La primera exposición que realizaremos de la colección BEEP en su integridad, en Reus, es una oportunidad de ver cómo responde la juventud a este tipo de arte. En Reus se han acogido exhibiciones de arte clásico y contemporáneo. Pero nuestra colección es por definición mucho más multimedia, y plantea un diálogo más interactivo entre el artista y el espectador.
Por sentido común, la gente joven se siente más cómoda con el arte tecnológico y digital, y no con aquellas obras de arte más estáticas. Deseamos conectar con los jóvenes, y atraer chicos y chicas que quizá nunca han visitado un museo de arte antes. Y si podemos despertar alguna nueva vocación artística, mejor que mejor.
Exposición de arte electrónico en Reus
La exposición, que estará en Reus hasta marzo, acogerá todas las obras de la colección, aunque por razones de espacio no lo hará de forma simultánea.
Así es. La exposición en Reus es una ocasión única, porque nunca habíamos presentado todas las obras en un mismo espacio, aunque no se pueda ver absolutamente todas las obras en una sola visita, ya que habrá rotaciones.
Capitalidad cultural catalana de Reus
¿Qué supone que la primera exposición de esta escala de la colección BEEP se realice en la ciudad de Reus, sede de la marca?
Nos hace mucha ilusión, como también nos ilusiona que además coincida con la capitalidad cultural catalana de Reus. Nos entusiasma que la gente pueda sentirse partícipe de una colección de arte singular que se ha creado en la ciudad de Reus. En el futuro, nos encantaría poder llevar la colección a Barcelona, pero la colección la estrenamos con mucho orgullo en Reus.
TEXTO: Manel Torrejón (marketing digital BEEP)
